¿EN QUÉ CREEMOS?
Dios, según las enseñanzas de las Sagradas Escrituras (La Biblia), ha hecho a todos los redimidos por su Hijo Jesucristo miembros de su Iglesia. Reflejo de esta Iglesia única, universal, es la agrupación de cristianos en el ámbito de una Iglesia Local, con el triple propósito básico de rendir culto de adoración a Dios, edificarse mutuamente con la común fe en su Señor y la extensión del Reino de Dios.
La Iglesia denominada IGLESIA EVANGÉLICA DEL EVANGELIO PLENO reconoce que es, en todos los órdenes de su actividad y su gobierno, dependiente de Dios y de las normas de su Palabra, pero autónoma en relación con otras comunidades religiosas, aunque éstas profesen la misma fe y se rijan por idénticos principios.
Esta Iglesia pertenece a la Confesionalidad Cristiano-Evangélica o Protestante, se regirá desde su anotación en registro por los presentes Estatutos y actuará al amparo de los derechos reconocidos en la Constitución y en la Ley Orgánica de Libertad Religiosa de 5 de Julio de 1980
HISTORIA
Somos una gran familia unida por el amor de Dios. Creemos en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo.
La iglesia fue fundada a través de la unión de algunos miembros cuando por decisión unánime decidieron dejar la iglesia donde estaban congregando e iniciar un nuevo ministerio, teniendo las escrituras sagradas, la Biblia, como principal enseñanza para liberación y salvación de almas. Nuestra misión es hablar del amor de Dios para cada uno de nosotros, por medio de su hijo amado Jesucristo.
El pastor Davi Paz y su esposa misionera Elza Paz, llegaron a Castellón desde Brasil hace años para llevar el evangelio a esta tierra. Ellos tuvieron claro desde el primer momento que la Palabra de Dios y la fe en Jesucristo se puede alcanza la salvación. "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar al Padre si no es por medio de mí’. Juan 14:6
DECLARACIÓN DE FE
En tanto que cristianos evangélicos, aceptamos la Revelación del Dios único en tres personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo) dada en las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, y confesamos la fe histórica del Evangelio que se proclama en sus páginas. Afirmamos, por consiguiente, las doctrinas que consideramos decisivas para comprender la fe y que deben expresarse en amor, en el servicio cristiano práctico y en la proclamación del Evangelio.