IGLESIA EVANGÉLICA DEL EVANGELIO PLENO

Jesucristo vino para perdonar, salvar y liberar

 

Oración: Lunes a Viernes de 6,30 a 19,30 h

Culto de liberación: Jueves de 19,00 a 21,00 h

Culto general: Domingo de 19,00 a 21,00 h

¿EN QUÉ CREEMOS?

 

Dios, según las enseñanzas de las Sagradas Escrituras (La Biblia), ha hecho a todos los redimidos por su Hijo Jesucristo miembros de su Iglesia. Reflejo de esta Iglesia única, universal, es la agrupación de cristianos en el ámbito de una Iglesia Local, con el triple propósito básico de rendir culto de adoración a Dios, edificarse mutuamente con la común fe en su Señor y la extensión del Reino de Dios.

 

La Iglesia denominada IGLESIA EVANGÉLICA DEL EVANGELIO PLENO reconoce que es, en todos los órdenes de su actividad y su gobierno, dependiente de Dios y de las normas de su Palabra, pero autónoma en relación con otras comunidades religiosas, aunque éstas profesen la misma fe y se rijan por idénticos principios.

 

Esta Iglesia pertenece a la Confesionalidad Cristiano-Evangélica o Protestante, se regirá desde su anotación en registro por los presentes Estatutos y actuará al amparo de los derechos reconocidos en la Constitución y en la Ley Orgánica de Libertad Religiosa de 5 de Julio de 1980

 

HISTORIA

Somos una gran familia unida por el amor de Dios. Creemos en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo.

La iglesia fue fundada a través de la unión de algunos miembros cuando por decisión unánime decidieron dejar la iglesia donde estaban congregando e iniciar un nuevo ministerio, teniendo las escrituras sagradas, la Biblia, como principal enseñanza para liberación y salvación de almas. Nuestra misión es hablar del amor de Dios  para cada uno de nosotros, por medio de su hijo amado Jesucristo.

El pastor Davi Paz y su esposa misionera Elza Paz, llegaron a Castellón desde Brasil hace años para llevar el evangelio a esta tierra. Ellos tuvieron claro desde el primer momento que la Palabra de Dios y la fe en Jesucristo se puede alcanza la salvación. "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar al Padre si no es por medio de mí’. Juan 14:6

 

DECLARACIÓN DE FE

En tanto que cristianos evangélicos, aceptamos la Revelación del Dios único en tres personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo) dada en las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, y confesamos la fe histórica del Evangelio que se proclama en sus páginas. Afirmamos, por consiguiente, las doctrinas que consideramos decisivas para comprender la fe y que deben expresarse en amor, en el servicio cristiano práctico y en la proclamación del Evangelio.

  1. La soberanía y la gracia del Dios Trino, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo en la creación, la providencia, la revelación, la redención y el juicio final.
  2. La divina inspiración de la Sagrada Escritura en sus documentos originales y, por consiguiente, su credibilidad total  y su suprema autoridad en todo lo que atañe a la fe y a la conducta
  3. La pecaminosidad universal y la culpabilidad del hombre caído, que acarrea la ira de Dios y la condenación.
  4. El sacrificio vicario del Hijo de Dios encarnado, único fundamento suficiente de redención de la culpabilidad y del poder del pecado, así como de sus consecuencias eternas.
  5. La justificación del pecador solamente por la gracia de Dios, por medio de la fe en Cristo crucificado y resucitado de los muertos.
  6. La obra de Dios el Espíritu Santo que ilumina, regenera, mora en el creyente y le santifica.
  7. El matrimonio como institución divina primigenia creada por Dios, por medio de la cual, libre y voluntariamente, un hombre y una mujer, nacidos como tales, se unen de manera estable y permanente para vivir juntos, amarse, respetarse, ser de ayuda mutua y constituir un hogar de bendición para sí mismos y, en su caso, para sus hijos y el entorno que les rodea. (Génesis 2,24).
  8. La familia, que fue diseñada para constituir el germen y la base de la sociedad, por lo que la Iglesia debe desarrollar una pastoral de apoyo con el fin de fortalecer la institución familiar, al creer que el incremento de las familias saludables según el modelo del Evangelio favorecerá también la buena salud de la sociedad.
  9. El gobierno o autoridad civil existente por disposición divina, para los intereses y el buen orden de la sociedad humana, y que debemos orar por los magistrados honrándolos en conciencia y obedeciéndoles, salvo en cosas que sean opuestas a la voluntad de nuestro Señor Jesucristo, único dueño de la conciencia y príncipe de los reyes de la tierra.
  10. Jesucristo ordenó dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios y, con ello, promovió la libertad de acción del poder civil, pero también de su Iglesia, que en todo momento es y debe ser responsable de sus propios actos, debiendo proteger su plena autonomía y la libertad tanto en su forma de organización como en la forma de adoptar sus decisiones.
  11. Es por ello que creemos que las decisiones espirituales o que afecten a cuestiones doctrinales de esta entidad no son susceptibles de ser posteriormente revisadas por las autoridades estatales.
  12. El sacerdocio de todos los creyentes, que en la unidad del Espíritu Santo, constituyen la Iglesia universal, el Cuerpo del cual Cristo es la Cabeza, comprometidos por el mandamiento de su Señor a la proclamación del Evangelio en todo el mundo.
  13. La esperanza del retorno visible de nuestro Señor Jesucristo en poder y gloria, la resurrección de los muertos y la consumación del Reino de Dios.

 

 

 

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